“Me dijo que escriba mi nombre y la fecha, pero me equivoqué. Dijo que me ponía nueve (sobre 20) sólo por pena, para que no me desamine” recuerda en broma la profesora de Lenguaje, Janeth Miranda.
Ella es al mismo tiempo maestra y alumna de Johan Arias Suárez en el Colegio Nacional Portoviejo.
Este niño de 12 años es totalmente ciego (tiene hipoplasia pupilar de nacimiento), pero sus capacidades asombran a todo su entorno.
Estudia en el octavo “A” y sus compañeros y docentes reciben sus clases de lenguaje Braile que él domina con destreza.
Las anotaciones y deberes los hace ya sea con un punzón, plantilla y papel; o una máquina de escribir braile que le proveyó la Fundación Oswaldo Loor (FOL).
“Es mi mejor alumno”, confiesa la docente de inglés Mercedes Palma Guillem. Tiene las calificaciones destacadas en matemáticas, ciencias, inglés, lenguaje y otras materias. Además está aprendiendo piano y guitarra. Otra de sus aficiones es nadar.
INDEPENDENCIA. En la ciudadela San Marcos, donde vive, recorre casi dos cuadras a la redonda a pie o en bicicleta sin ayuda de nadie.
Su madre Rosa Suárez cuenta que tiene tan desarrollado el oído que detecta un vehículo, bicicleta o persona acercarse y se pone a un costado hasta que pase. “Desde pequeño le enseñamos a ser independiente”, dijo.
La pequeña vivienda que ocupan, de un solo ambiente de unos cuatro por cinco metros, está ordenada de tal forma que él encuentra todo y no necesita prácticamente ningún tipo de asistencia.
SUEÑOS. Johan es metódico, bromista, y organiza su tiempo con un reloj que al pulsar un botón le dice la hora.
¿Qué quisieras ver? le consultamos.
“Los carruseles de las ferias. Dicen que se mueven, que tienen colores y luces”, reponde.
La misma pregunta contestó Niurka Moreira Pita, de once años.
Ella es ciega desde los dos años y medio cuando debieron extirparle un tumor y se debió sacrificar su visión para salvarle la vida.
Niurka cuenta que siempre se ha preguntado cómo es el rostro de sus padres.
DESARROLLO. Ella toca piano, patina y anda en bicileta. Es alumna destacada en materias como matemáticas y ciencias. Le gusta ir al cine y sólo necesita un par de aclaraciones sobre escenas y personajes para entender toda la trama.
PROCESO. Tanto Johan como Niurka son parte de un arduo proceso que les ha permitido desarrollar una vida lo más cercana a la normalidad posible.
En el caso de Johan desde antes de iniciar la parvularia forma parte del programa de rehabilitación integral “Luz” de la FOL.
Personal de esta Fundación ha hecho un seguimiento y capacitación personalizada no sólo al infante sino a sus padres y a cada uno de los docentes en cada una de las materias en cada año lectivo. Todo de forma gratuita.
Yolanda Loor, presidenta ejecutiva de la FOL, cuenta que el objetivo es que tengan una vida feliz y exitosa como la de cualquier persona.
En el caso de Niurka, además del apoyo y capacitación de la FOL ella vivió con sus padres durante seis años en Barcelona donde inició un proceso de formación con Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE).
Su madre, Karla Pita, ha hecho un alto en su profesión como ingeniera comercial para consagrarse a aprender todo sobre el mundo de los no videntes.
Ella misma enuncia con orgullo los resultados: “Niurka no usa el ábaco, realiza todas las operaciones en braile tal y como lo hacemos nosotros”.
También destaca que logra dibujar utilizando técnicas de alto relieve. “Muy pocos niños ciegos los hacen”, cuenta llena de orgullo mientras muestra los trazos hechos a ciegas.
Fuente: http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/325473-pequenos-genios-que-vencen-a-la-discapacidad/
0 comentarios