Cuando pensamos en la Escuela Inclusiva, estamos proponiendo una escuela que no conocemos aún: se trata de un cambio de paradigma, de un cambio de sistema educativo en el que los espacios, el curriculum y las propuestas de enseñanza estén pensados para que todos los niños y niñas puedan entrar, permanecer y egresar habiendo desarrollado al máximo sus potencialidades.
La realidad nos dicta que aún estamos lejos de esta idea de escuela, ya que nuestro sistema educativo se encuentra en los paradigmas de la integración y la segregación; entonces: ¿Qué hacer? ¿Cómo comenzar hoy desde los lugares que nos tocan? ¿Qué propuestas inclusivas podemos empezar a delinear, que, como levadura, comiencen a fermentar la masa de nuestros espacios educativos?
Desde el área de educación y cultura, decidimos comenzar paso a paso, porque cada gota contribuye en la tarea de sembrar inclusión.
Pensamos que comenzar con los más pequeños del sistema educativo es una gran posibilidad de incorporar ideas acerca de la Inclusión; el Jardín de Infantes es el primer espacio al que los niños y niñas se incorporan y también el primer acercamiento a la diversidad social fuera de la familia.
“El Reino de los Derechos” es una breve obra de teatro y de títeres en la que se propone un diálogo entre los niños y los personajes, enfatizando el valor de la diferencia. Presentamos de manera sencilla y clara el concepto social de la discapacidad y los derechos de las Personas con Discapacidad, para que desde la continuidad del trabajo en la sala puedan ser abordados con las docentes y las familias en el espacio Curricular de Identidad y Convivencia. Con este propósito, ya hemos comenzado a visitar jardines de infantes y escuelas especiales, todos de gestión pública, para alcanzar a los más pequeños la propuesta de la inclusión, la que incluye una articulación con la editorial cartonera DAR que realiza libros accesibles para dejar en las escuelas. Una segunda parte del proyecto alcanza a la educación no formal: para 2018, proponemos talleres de arte inclusivos, en los que niños y niñas puedan acceder a experiencias artísticas con la particularidad de la diversidad.
Creemos que el proyecto es ambicioso: instalar en las escuelas y las familias el paradigma social de la discapacidad, acompañar a docentes y familias en el propio contexto escolar, enseñar desde la primera infancia el valor de la diversidad y empoderar a la Personas con Discapacidad como sujetos de derecho. La propuesta incluye además al área de comunicación y redes sociales, que producen material audiovisual para difundir, en diversos medios, las acciones llevadas adelante.
Creemos firmemente que la inclusión es posible y que mientras trabajamos por cambios estructurales, podemos comenzar a dar pasos para que muchos conozcan sus derechos e incorporen una nueva mentalidad en la que hay lugar para todos, porque todos somos valiosos.
Lic. Vanina Castelli
Coordinadora del área de Educación y Cultura
Colabora en la edición, Mónica Comba
Fundación Por Igual Más
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