Soy Norma Lidia Scaron Mirassou, y nací el 31 de mayo de 1943. Soy jubilada, peluquera y tengo 3 hijos. Soy de Campana, Buenos Aires. Actualmente vivo en Santa María de Punilla hace más de 50 años, en la casa que construí junto a mi pareja.
En el año 2003 me diagnosticaron cáncer de mama y fui operada en una clínica de Córdoba. Hubo complicaciones en la operación y en el tratamiento de mi enfermedad, ya que me asignaron sesiones de radioterapia de más y quemaron mi brazo. Cuando me realizaron los centellogramas óseos, descubrieron que tenía el tejido necrosado, muerto. Al no tener cadena ganglionar, el líquido de mi brazo se acumuló y no pudo salir; es lo que llaman los linfáticos.
Se complicó y cada vez se va a complicar más. Tengo limitaciones, pero sigo porque le pongo ganas, no me entrego. Para una geminiana no hay nada imposible. Tengo que utilizar el cabestrillo, que es lo que uso para sostener mi brazo. Al ser el derecho, mi vida cambió en pequeñas cosas, como levantar un bebé, llevar una bolsa de compras o recogerme el pelo y comer.
Aún no me acostumbro a verme así; la estética no la pude superar nunca. Yo sé que hay cosas peores. Yo utilizaba ropa mangas cortas, musculosas. Ahora siento que no luzco nada, pero sé que oportunidades de estar en pareja no me faltan.
«Mi vida es la Tablet»
No suelo viajar mucho. Voy a Campana a visitar a mi hermano y a veces me escapo con mis hijas que me llevan a pasear por las sierras algún fin de semana.
Lo que más me gusta hacer es jugar en la Tablet. Si bien me perjudica, mi vida es la Tablet. Yo juego mucho con los jueguitos, estoy en Facebook, chateo y hago videollamadas por Skype. Es pequeño el movimiento que hago, pero me doy cuenta de que cuando estoy mucho tiempo con el aparato me afecta al brazo
Es el gusto que me doy, también admito que me gusta mucho comer helado y el asado de los domingos en familia.
Por Ayelén Maldonado Mirassou
Colaboración: Sofía Rodríguez Galván
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