Capacidad en primera persona: Gastón Cerrano

Soy Gastón Cerrano, tengo 23 años recién cumplidos. Estudio comunicación social y estoy en proceso de tesis. Vivo en barrio Los Naranjos en la Ciudad de Córdoba con mis padres y dos hermanas.

No llegué a los siete meses de gestación; ya soy ansioso desde que nací, ja. Esto provocó que se generaran lesiones en algunas partes de mi cerebro, estuve dos meses en incubadora y me diagnosticaron parálisis cerebral.

Mi educación primaria y secundaria se desarrolló en el colegio Adolfo Bioy Casares de manera normal, es decir, sin ningún tipo de adaptación curricular. Guardo un lindo recuerdo de esa institución.

Me encanta el deporte, motivo por el cual mi primera intención era estudiar periodismo deportivo. Después, hablando con mi viejo, coincidimos en que la Comunicación Social me iba a otorgar una mayor formación y campo de acción en un futuro.

«Mi hobby principal es escribir»

Desde este año mi vida está más desestructurada, debido a que ya no curso más materias en la facultad. Voy tres veces por semana a rehabilitación, en el Centro Caramello Maidana.

Cuando no estoy trabajando en la tesis miro televisión, juego a la PlayStation y escribo bastante. Los fines de semana me gusta salir a tomar algo. Mi hobby principal es escribir. No tengo una temática principal, lo hago en base a lo que se me ocurre en el momento. Mucho de mis textos son sobre discapacidad. Lo que escribo me lo guardo para mí. Una vez con un amigo abrimos un blog, pero ante la necesidad de tener que subir continuamente contenido dejé de disfrutarlo. De esta forma, en cambio, escribo cuando se me ocurre una idea, sin que sea una obligación (sic).

Mientras se desarrolla la entrevista, Gastón Cerrano mira de reojo a la televisión. Allí, Gael Monfils y Roger Federer se encuentran disputando un partido de tenis. El tenista suizo tiene una gran importancia en su vida.

Roger es un gran bastión en mi vida. Aparece en una etapa complicada, cuando tenía diez años. A esa edad te empezás a dar cuenta de la cantidad de cosas que no podés hacer, que uno ahora de grande las tiene asumidas y resignificadas. En ese momento, él fue una vía de escape, fuente de motivación. Sus triunfos y títulos me alegraban los días. Aún hoy tiene una importancia increíble, me estoy empezando a mentalizar con su retiro porque va a ser muy difícil.

Instituto de Córdoba es otra de mis pasiones. Pese a no ser del barrio, mi viejo me transmitió el amor por este club. He vivido momentos inolvidables con “la gloria”, se me viene a la mente el ascenso en el 2004, contra Almagro.

Federer e Instituto son parte de lo que soy.

«Tengo un poco de temor en que mi discapacidad influya negativamente en mi inserción laboral»

Vivir con discapacidad no es tan complicado, a ver, no es fácil, pero para mí que vivo con discapacidad desde que nací no es una tarea titánica, uno tiene que planear la vida en función de eso. Es un poco más difícil pero no es imposible.

El rol de la familia y las amistades es esencial. Si no hubiera sido por mis amigos no hubiera estado donde estoy. Uno necesita día a día gente que te banque y te soporte en los malos momentos.

En un futuro, me encantaría trabajar en un diario, escribiendo sobre política, historia o deportes, que son los tres temas que más me gustan. En este sentido, tengo un poco de temor en que mi discapacidad influya negativamente en mi inserción laboral. Yo quiero trabajar para aplicar todo lo que estudié en estos 5, 6 años. No quiero colgar el título y listo (sic).

Por Facundo Vallozzi

Fundación Por Igual Más

Colabora en edición: Rocío de Lourdes Ramírez