Les presentamos una nueva edición de “Capacidad en Primera Persona”. El testimonio de hoy está a cargo de “Joaco” Gliniecki, quien nos va a hablar sobre su talento, sus sueños cumplidos, y a dejar sus enseñanzas.
Me llamo Joaquín Thiago Gliniecki Blanco, tengo 15 años y vivo en Capital Federal. Mi familia está compuesta Hernán y Valeria, mis padres, y mi hermana Ludmila.
Nací con una discapacidad que se llama artrogriposis múltiple congénita, que se trata de rigidez en las articulaciones y un acortamiento de los músculos, y puede afectar a los miembros superiores e inferiores.
Estudio en el Colegio San Miguel, actualmente estoy en 3° año. Un día a la semana tomo clases de música y de arte. Tengo kinesiología tres veces a la semana, y los sábados hago deporte en Racing Club en el área de Racing Integrado.
Me apasiona el dibujo y la música, sobre todo el rock y el pop como Queen o Michael Jackson. En fin, todo relacionado con el arte. Me encanta ir a la cancha a ver a Racing, el club del cual soy hincha, pero también me gusta ver fútbol de todo el mundo, para analizarlo y ver sus tácticas.
Ya de chiquito siempre dibujaba, me la pasaba horas con los crayones y los lápices. Mi hermana me daba sus útiles y pintábamos juntos, fue la que me incentivó. Después, cuando entré en la primaria, mi maestra de plástica citó a mis papás porque le gustó lo que hacía. Desde ese momento, mis padres buscaron una profesora de arte para que me enseñe una vez por semana.
Una de los dibujos de Joaquín, en este caso un perro ovejero alemán, que el joven obsequió a Víctor Blanco, actual presidente de Racing de Avellaneda.
Participé de muchos concursos. En uno de los primeros, organizado por el sindicato de actores, quedé en el primer lugar, y como premio me dieron una notebook y un viaje a Mar del Plata para mí y toda mi familia. También hice varias muestras en distintos lugares, como la CGT, en la galería de Regazzoni, en los hoteles Four Seasons y Sheraton y en la embajada de España. En muchos concursos tuve menciones especiales, ya que no podía ganar un premio por ser menor de edad. En algunas ocasiones, al participar en concursos para chicos, no me entregaron el premio porque no creían que yo había dibujado lo que presentaba. Pero en general, tuve la suerte de que siempre me abrieran las puertas y poder participar.
Siempre tuve un gran apoyo de mi familia y amigos. Creo que nunca sufrí discriminación y que el humor que tengo fue importante para poder sobrepasar los obstáculos que te presenta la vida. Cuando era más chico, mis papás se preocupaban mucho porque yo lograra caminar y realizar alguna actividad física. Un día, les dije que todos mis amigos hacían deportes, pero que a mí me gustaba el arte, que no necesitaba caminar para ser feliz. Eso es algo que hoy en día sostengo. Pienso que, si pudiera caminar, sería una persona completamente distinta. Por ahí no tendría ciertos valores que me enseñó esta vida. Por eso, la discapacidad para mí es algo normal. No encuentro grandes diferencias entre lo que yo hago y lo que hacen los demás.
A lo largo de mi vida pude cumplir varios sueños, como conocer a Messi, Diego Milito, Lautaro Martínez y a Lisandro López. Otras grandes alegrías que tuve fueron ver campeón a Racing, conocer Europa y poder ir al Museo de Louvre. Pero lo que más felicidad me da son mi familia y los amigos que tengo.
Joaco, en uno de sus encuentros con Lionel Messi, le obsequió al astro argentino un cuadro de su autoría
No sé si me queda algún sueño por cumplir. Lo que sí, me gustaría poder vivir del dibujo y hacer también algo relacionado con el humor y el periodismo deportivo. Desearía poder vivir de lo que me gusta y ser alguien en el arte.
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