Los Warden son una pareja adinerada y sin aparentes enemigos, pero una noche son brutalmente asesinados en su mansión. Solo existe un testigo de los hechos, su pequeño hijo Tim, un niño autista de nueve años que presenció los hechos.
Ante la imposibilidad de acceder al particular mundo de Tim, el cual se agrava por un shock emocional; la policía le encarga el caso al doctor Jake Rainer, un eminente psiquiatra especializado en autismo.
La película combina el suspenso habitual de un film con un crimen por resolver con la implicación emocional de seguir a un médico retirado de la profesión desde el trauma que sufrió cuando uno de sus pacientes se suicidó.
Ahora, al ayudar a la policía, se verá en la obligación de hacerse cargo de Tim, y a medida que se va adentrando en la atormentada mente del niño, se dará cuenta de que la realidad es mucho más terrible de lo que imaginaba.
Por Agostina Ibarrola
Columnista de Espectáculos
Equipo de Prensa
Fundación Por Igual Más
Colabora en la edición; Miriam Coronel
0 comentarios