Carlos Bianchi tiene 43 años, vive con sus cinco hijos y su esposa Carla, entrenadora de golbol, un fútbol de salón que está diseñado para personas ciegas. 

A los 7 años, mientras Carlos jugaba en una montaña de cascotes con sus amigos, se cayó y perdió la vista. 

Actualmente se encuentra trabajando en el Laboratorio de Evaluación Sensorial y Vida Útil del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Es allí donde las empresas alimenticias determinan la fecha en que va a ser estampada en braille el vencimiento del envase. Carlos se encuentra dentro de un equipo de un panel sensorial, que, junto a siete catadores más determinan la vida útil de la comida que consumimos todos los ciudadanos en nuestro día a día. 

Un día cotidiano en la vida de Carlos consiste en trasladarse en un colectivo de línea desde Virreyes hacia su lugar de trabajo. Ingresa al INTI a las 8 de la mañana y sus tareas diarias se basan en catar las muestras que le son entregadas. Sentado en su cubículo de trabajo, levanta la tapa de las muestras y allí encuentra salsa de tomate, leche, queso, incluso helados. Junto a sus compañeros debe chequear que no se modifique la condición del producto, y que este sea aceptable para su posterior consumo. 

Recientemente, Carlos protagonizó la película El panelista, dirigida por Juan Manuel Repetto. En ella relatan la historia de cómo se conformó el panel de catadores de personas ciegas. Vale mencionar que dicha película se proyecta con audiodescripciones. 

Fernando Pino, el director del INTI, menciona que el proyecto de conformar un panel de catadores de personas ciegas, además de reconocer las aptitudes con respecto al desarrollo de sus sentidos, tuvo como primera iniciativa la inclusión laboral. 

Dicho proyecto comenzó con la exdirectora del laboratorio, Haydee Montero, quién fue la creadora de dicha iniciativa, luego de haber conocido un laboratorio que trabajaba con personas ciegas en el área de cata de aceite de oliva en la provincia de Catamarca. Aquel sueño, que comenzó como una idea hace doce años atrás, hoy es un proyecto hecho realidad.

Carlos menciona, “nadie nace capacitado, ni para ser padre ni para las demás cosas. La vida es un constante aprender”.