En esta oportunidad te presentamos a una bonaerense que, con su voz, hace temblar las barreras que todavía existen para lograr una verdadera igualdad de oportunidades. Su nombre es Natalia Fernanda Zubeldia, tiene 39 años, nació en Munro, Buenos Aires, Argentina y, actualmente, vive en San Isidro.
Siempre le gustó estudiar. Primero, de chica inglés, luego locución y, más tarde, el Profesorado de Matemáticas, que todavía quiere finalizar.
Uno de sus hobbies preferidos es navegar por la Web. Le gusta comunicarse a través de las redes sociales, ir al cine, ver TV. También, el mar y el asado. Sus colores preferidos son el negro (“un básico para toda mujer”), el violeta, el colorado y azul, dependiendo de su estado de ánimo.
Natalia escribe y trata de hacer lo que le hace bien: la terapia, el arte y, sobre todo, “el arte de la voz”: la locución; que desarrolla conduciendo su programa radial: Abriendo caminos en la radio, desde el cual lucha por la inclusión real de las personas con discapacidad.
Desde los 21 años. tiene artritis reumatoidea y, desde los cinco años, luego de un accidente casero, transita en silla de ruedas por una lesión en la rodilla.
Te animamos a tomarte un tiempo, que dejes “la carrera de la vida para transitarla caminando” y leas esta columna, que no tiene desperdicio.
Muchas veces me pregunto qué fue lo que me motivó a estudiar locución. No me gustan los silencios. Tenía una voz naturalmente impostada a los trece años, era una locutorcita. Me gustaba mucho la música y comunicarme. La conducción como locutora es el arte de la voz.
Pero eso no era todo, había que entrenarse, prepararse, y en 1995, cuando ingresé al ISER, de Buenos Aires, no había opciones de institutos con calidad, gratuitos o con tanta historia.
Creo que 16 años después descubrí que no hay nada que movilice mi vida como la locución, la comunicación. Es una energía incomparable… que no deja de darme satisfacciones y sorprenderme.
Tengo un programa radial, lo hago desde casa, con software libre y a pulmón. Hago entrevistas y cuento historias. Difundo actividades que integren e incluyan en relación con la discapacidad. Se llama: Abriendo caminos en la radio. Es un programa para generar conciencia, para ponerse en el lugar del otro, para darse cuenta de que el otro es un espejo, para conocer la realidad de las personas con discapacidad y su relación con el mundo y con aquellas personas sin discapacidad. Un programa para abrir caminos y vernos en el otro.
Tengo una comunicación fluida con los oyentes de diferentes ciudades, dado que el programa tiene formato podcast; las redes son fundamentales y las problemáticas son diversas.
Además de este trabajo como locutora que me apasiona, trabajo desde mi casa con la modalidad “teletrabajo”. Es mi segunda experiencia de este tipo. Soy teleoperadora. Comencé hace muy poco y considero que estoy aprendiendo. Conocí el teletrabajo a través de Sonia Boiarov y Torres de Teletrabajo, además de ser una página, tiene una radio para quienes trabajan con la computadora. Ella me dio una oportunidad de ser parte. También trabajé en la Fundación Caminando Utopías para la Inclusión Digital y Laboral. Esta Fundación tiene su origen en el Centro de Teletrabajo y Teleformación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Universidad de Buenos Aires), nacida en el año 2000. Ahora, independizada, se ha convertido en una fundación autónoma a disposición de la sociedad para la inclusión digital y laboral.
Para mí es importante que una persona se mueva según los principios de la resiliencia, porque no vivimos en una cajita de cristal. Parece que siempre hay más fondo. Pero existe una fuerza que nos empuja para arriba. Y nos fortalece, nos preguntamos ¿de dónde saco esta polenta para seguir adelante? Uno debe poner todo lo mejor de sí para transitar por el camino de la vida. La vida no es una carrera, sino un camino. Y así, como un camino, un día me decidí a transitarlo con aprendizaje y enseñanza, entremezclado con la vida misma. Cuántas veces fue la misma vida la que nos expulsó hacia adelante, y hacia arriba. Cuántas veces fuimos los que tuvimos que renacer y salir al camino, como estuviéramos. O el mismo fondo nos empujó. Y es esa cualidad que tenemos todos los seres humanos la que nos permite seguir adelante. La resiliencia no es algo que una persona tenga o no tenga, sino que implica una serie de conductas y formas de pensar que cualquier persona puede aprender y desarrollar.
Yo lucho por los instantes de felicidad que da la vida, no son muchos, pero cada vez que con mi familia compartimos un almuerzo… o con mis hermanas de la vida descubrimos que el tiempo no pasó… me doy cuenta de que existen. En cuanto a lo laboral y profesional, me sorprendo día a día. En lo personal, no busco el amor… espero que un día me encuentre él. Quiero seguir comunicándome por los que no tienen voz y lo hago Desde mi trinchera,https://www.facebook.com/groups/desdemitrinchera2015/
Respecto a las barreras relacionadas con la inclusión de personas con discapacidad y la invisibilización que desde hace tanto venimos sufriendo, creo que de a poco las minorías vamos luchando y logrando objetivos. No obstante, creo que nos hemos quedado. El 3 de diciembre de 2013 teníamos un objetivo: visibilizarnos. Pero no es solo algo de las personas que tenemos una discapacidad. Las personas no nos vemos… vamos por la vida apurados, chequeando el celular, sin mirar a los ojos, casi sin hablarnos. Y es eso lo que debemos cambiar desde nuestro pequeño espacio…
Las barreras hacia las personas con discapacidad (paradójicamente) son nuestros derechos que deben cumplirse, como las obligaciones. Si queremos tomar un café, debemos poder hacerlo en cualquier lugar, no fijarnos si tiene escaloncito, o si nos dejan entrar con el perro, o si nos miran raro…
Hay mucha gente solidaria, y hay mucha que mira para el otro lado. Hay muchos que recorren el país para cambiar la realidad… si me dejan nombrar al abogado y compañero Pedro Ireneo Ávalos.
A aquellas personas con alguna discapacidad que no se animan a luchar por sus sueños les quiero decir que no decaigan, que se movilicen. En realidad, es el mensaje que me doy todos los días yo: tenemos que salir a ver el sol, a hacer ruido, a luchar, a ser felices, a rehabilitarnos… Utilicemos las redes sociales para comunicarnos, pidamos ayuda, seamos solidarios, mirémonos en el otro. El otro es un espejo.
Por Ana Argento Nasser
Equipo de Prensa de Por Igual Más
Colabora en la edición junto al Equipo de Prensa: Miriam Coronel
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