Daniela Hidalgo tiene 33 años y es de Salta. Actualmente estudia Psicología en la Universidad Católica de Córdoba. A los tres años perdió la visión como consecuencia de un retinoblastoma, un tumor en la retina.

Durante una entrevista para “Capacidad en Primera Persona” nos contó un poco sobre lo que es para ella, desde su experiencia personal, la ceguera.

¿Cómo definirías la ceguera?

En mi caso la ceguera es adquirida. Perdí la vista a los tres años por un retinoblastoma, que es un tumor en la retina. Se hizo quimioterapia y se llevó a cabo un tratamiento bastante largo y duro en Buenos Aires, donde también estuvo en riesgo mi vida. Gracias a Dios se hizo todo a tiempo para poder seguir. 

Para mí la ceguera es simplemente no contar con un sentido. Implica algunas adaptaciones en la vida, reconocer los límites de cada uno y poder decir: «yo a esto no lo puedo hacer y necesito tal adaptación». Por ejemplo, yo no puedo agarrar un libro en tinta y ponerme a leer, y como no puedo hacer eso necesito que esté digitalizado para poder estudiar. Otro ejemplo es que necesito que mi celular tenga activada la aplicación Talk Back para que me lea los mensajes. En resumen, todas esas son adaptaciones que se requiere que se hagan pero que no son más que eso.

En Salta ya hacía muchos años que vivía sola así que estoy acostumbrada a hacer las cosas por mí misma. Me encanta cocinar y cuando tengo tiempo lo disfruto mucho. También realizo toda la limpieza de mi departamento pero lo único que no me gusta hacer es planchar. Por otra parte, puedo decir que no tengo problema para orientarme y acá en Córdoba también me fue fácil, más allá de que uno esté acostumbrado a que las ciudades de Argentina no estén preparadas. Creo que se debió a que Salta es bastante similar. 

Sí puedo decir que en torno a estas adaptaciones uno vive muchas cosas porque la sociedad, el mundo, no está hecho para las personas que las necesitan. Sin embargo, ahora la idea es que eso cambie, que se vaya logrando y teniendo en cuenta. Te doy un ejemplo: en una materia en 4to año, que se llama Psicología Educacional, estamos haciendo unas prácticas en diferentes colegios. Del grupo solo uno va a hacer las observaciones y lo que hacemos el resto es analizar los informes que él nos pasa. En un momento les pregunté a mis compañeros si sabían si había alumnos con discapacidad en el colegio con el que estábamos trabajando y ellos ni lo habían tenido en cuenta, aún cuando tienen una compañera en el grupo que es así. Entonces, me parece que es importante saber y tener en cuenta este tipo de cosas para poder incluir a esos alumnos, para que ellos también puedan llevar a cabo las actividades. Es muy frecuente que nos hagan actividades pero sin pensar en las adaptaciones que son necesarias. Por ejemplo, un profesor lleva una película para trabajar sobre un tema y capaz esté en inglés. Obviamente no hay problema si un compañero o el mismo docente te van traduciendo y contando lo que pasa, sin embargo se puede ir pensando en esas cosas. O, si la actividad es motriz, que el chico que tenga una discapacidad motriz no quede fuera, que se vea qué se puede hacer. 

En resumen, puede pasar que uno no viva cosas positivas en relación a estas adaptaciones pero son situaciones de las que todos podemos ir aprendiendo y cambiando.

Por María Clara García

Equipo de Prensa

Fundación Por Igual Más

Colabora en edición Sofía Rodríguez Galván