En esta oportunidad, en la columna de Capacidad en Primera Persona, te invitamos a que conozcas a José María Rocha, un jugador de rugby del San Isidro Club. Un accidente jugando al rugby le provocó una lesión medular de C4-C5, lo que le causó una cuadriplejia. Sin embargo, eso no fue impedimento para seguir su vida y su pasión por el deporte. Hoy sigue practicándolo como jugador de quad rugby (rugby en sillas de ruedas) y corre maratones. En sus días libres ama juntarse con amigos y compartir su comida favorita, el asado.
Cuando sufrí el accidente, me dijeron que iba a tener que acostumbrarme a un estilo de vida diferente. Nunca supe si es que yo lo acepté o simplemente seguí adelante, de esta forma salí a encarar la situación. Empecé a hacer cosas para mantener la cabeza ocupada, decidí estudiar marketing y empecé a ir a la facultad con mi hermano.
Gracias a la ayuda de mi familia y mis amigos fui tomando confianza en mí mismo.
Cuando entré de nuevo en una cancha a jugar al quad rugby, me olvidé de todo y volví a volar.
Actualmente, vivo con mi madre y mi hermano Lucas en la ciudad de Buenos Aires. Soy miembro del FUAR (Fundación Unión Argentina de Rugby), una fundación para lesionados del rugby. Esta nos ayuda en todo lo que es rehabilitación, acompañamiento, controles médicos, ayuda económica, etc.
Mi día arranca por la mañana temprano con entrenamiento de dos horas por día. También trato de hacer changas y alguna que otra cosa para ocupar el tiempo.
Tengo muchos sueños, por ejemplo me encantaría tener mi propio campito (risas). Entre las cosas que más me gustan hacer, amo disfrutar de mis amigos y viajar.
Algo que me gustaría decirles a las personas que pasan por alguna situación similar es que nunca bajen los brazos… que de esto se sale y que se puede vivir feliz, siempre con el esfuerzo de uno mismo.
Por Vanesa Navarro
Equipo de Prensa
Fundación Por Igual Más
Colabora en la edición junto al Equipo de Prensa: Miriam Coronel
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