Las personas con discapacidad, unas mil millones en todo el mundo, tienen menos acceso a los servicios de salud, a la educación y al empleo, consideró Aleksandra Posarac, codirectora ejecutiva del Informe Mundial sobre Discapacidad, que fue presentado en la Argentina en su versión en español.

 

“Este informe fue elaborado entendiendo que discapacidad denota los aspectos negativos de la interacción entre personas con un problema de salud y factores personales y ambientales”, señaló Posarac e indicó que “esto es lo que se denomina la mirada bio-psico-social que superó la mirada médica”.

 

Según este enfoque, una persona usuaria de silla de ruedas no tiene la misma discapacidad en una ciudad con veredas con rampas y transporte público accesible, que en otra sin estas características, por lo que “el ambiente puede discapacitar”.

 

Posarac, miembro del Banco Mundial, organismo que elaboró el informe junto a la Organización Mundial de la Salud, cuyos primeros datos fueron presentados en 2011, detalló que “existen en el mundo más de 1.000 millones de personas con algún tipo de discapacidad, lo que constituye el 15% de la población”.

 

Aunque “no todas estas personas requieren servicios especiales”, ejemplificó en primera persona: “Yo sin lentes no veo casi nada; sin embargo, esa condición se soluciona con este instrumento; pero existen entre 110 y 190 millones de personas con dificultades muy significativas de funcionamiento que sí requieren servicios especiales”.

 

La funcionaria recordó que “según el último dato que se tenía antes de este informe había un 10% de la población mundial con discapacidad, lo que implica que hay una mayor prevalencia y esto se debe al incremento de las enfermedades crónicas y al envejecimiento de la población”.

 

De los datos más significativos arrojados por el informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud en referencia al acceso al rubro, se destacó que las personas con discapacidad tienen “dos veces más probabilidades de tener insuficiente prestación de servicio, sea por incapacidad o por falta de equipo; tres veces más probabilidades de que se le niegue la atención por desconocimiento de su condición, y cuatro veces más probabilidades de ser maltratados”.

 

Los especialistas explicaron que la falta de educación es el primer paso para el desempleo, o para el empleo precario, y esto hace que las personas con discapacidad presenten mayores tasas en el segmento lo que, a su vez, les impide la inserción y el acceso a servicios de salud y se genera entonces un círculo vicioso de pobreza. 
 

Fuente: http://www.diariobae.com/diario/2012/12/18/21668-empleo-salud-y-educacion-personas-con-discapacidad-tienen-un-acceso-menor.html